CAMBIOS EN NUESTRO SISTEMA SOLAR

Todos los cambios que están sucediendo en el sistema solar que nos indica que algo sucede desde afuera del sistema solar.

El cambio climático en todos los planetas es muchísimo más grande que en el nuestro.

Al parecer estamos siendo afectados por una onda gravitacional desde la galaxia.

Es importante entender que no es en la Tierra el cambio climatico, sino en todo el sistema solar.

El estudio de nuestro sistema solar se ha vuelto un campo muy extenso de interrogantes científicas.

La ciencia ha descubierto recientemente que están sucediendo cambios significativos a todos los planetas en nuestro sistema solar.

   EL SOL: El campo magnético del Sol es más de 230 por ciento más fuerte de lo que era al principio del siglo veinte. Su actividad energética global ha ido aumentando regularmente, creando un frenesí de actividad que continúa avergonzando las predicciones oficiales de la NASA.

   VENUS: está brillando ahora en la oscuridad.

   LA TIERRA: Empezando aproximadamente en 1960, la superficie de Tierra se volvió más oscura en un 4 a 6 por ciento. Aproximadamente en 1994 comenzó a aclararse de nuevo, por lo que los científicos creen que esto pueda estar acelerando el recalentamiento global y el efecto de invernadero. Los casquetes de hielo han adelgazado como en un 40 por ciento durante los últimos 30 años. Por razones que los científicos son incapaces explicar, en 1997 la estructura de la Tierra empezó cambiando de una forma de huevo, o alongada en los polos, para volverse mas como una calabaza, o achatada en los polos.




   MARTE: Esta imagen de primer plano de Marte (derecha) muestra cómo sus casquetes de hielo virtualmente se han fundido en el lapso de sólo un año, causando cambios en un 50 por ciento en los rasgos de la superficie, y su densidad atmosférica ha subido un 200 por ciento desde 1997.

   JÚPITER: Júpiter se ha vuelto tan energizado que ahora está rodeado por un tubo resplandeciente de energía en forma de donut en el sendero de su luna, la cual ahora brilla en la oscuridad. El tamaño del campo magnético de Júpiter es más del doble desde 1992.

   SATURNO: Las regiones polares de Saturno se han estado aclarando notoriamente, así como la fuerza de su campo magnético. Entre 1980 y 1996, la velocidad de rotación de las nubes de Saturno en el ecuador se redujo en un escandaloso 58.2 por ciento, lo cual es un cambio inesperado y dramático en su clima.




   URANO: En 1999 los artículos de NASA se referían a Urano como siendo golpeado por Grandes Tormentas, haciéndole un mundo dinámico con las nubes más luminosas de todo el sistema solar exterior. La NASA también dijo que si la primavera en la Tierra fuera como es en Urano, estaríamos experimentando ondas macizas de tormentas, cada una cubriendo al país desde Kansas a Nueva York, con temperaturas de 300 grados bajo cero. La sonda espacial Voyager II de la NASA indica que Urano y Neptuno parecen haber tenido recientes cambios magnéticos en los polos – 60 grados para Urano y 50 para Neptuno.

   NEPTUNO: Desde 1996, Neptuno (derecha) se ha vuelto un 40 por ciento más luminoso en infrarrojo, y está un 100 por ciento más luminoso en ciertas áreas de su superficie. La luna Tritón de Neptuno ha tenido un “aumento muy grande de porcentaje” en su presión atmosférica y temperaturas que son comparable a un aumento en la Tierra de 22º Fahrenheit.

   PLUTÓN: A partir de septiembre del 2002, Plutón ha experimentado un aumento del 300 por ciento en su presión atmosférica en los últimos 14 años, también su color se ha vuelto notoriamente más oscuro.

   El cambio climático que está sufriendo nuestro planeta es una evidencia cada día más palpable, y la comunidad científica es prácticamente unánime al achacar sus causas a la acción del hombre. Sin embargo, estudios de científicos soviéticos basados en datos de sondas de la NASA, concluyen que es el Sistema Solar en su conjunto el que se esta calentando. Se trata, dicen, de la consecuencia de estar entrando en una zona de la galaxia altamente energética.



   Heliosfera. El Sistema Solar entra en un Calentamiento Global

   Enviadas originalmente para estudiar Júpiter y Saturno, las “Voyager” 1 y 2 que se lanzaron en 1977 son en la actualidad las sondas que más se han alejado de nuestra Tierra.

    Han llegado hasta los límites del Sistema Solar, y su objetivo  ahora, es estudiar cómo interactúa el Sol con el resto de la galaxia.

   Para ello analizan los límites externos de la heliosfera, una burbuja magnética creada por el viento solar que rodea y compenetra al Sistema Solar.

   En ese límite, conocido como heliopausa, se produce un choque entre el viento solar (compuesto por una corriente continua partículas que emite el Sol), y el viento interestelar que procede de la galaxia.

   Nuestro Sol, junto con toda su familia de planetas, gira alrededor de la Galaxia a la que da una vuelta completa cada 230 millones de años.

       Dmitriev y sus colegas creen que los cambios en el Sistema Solar se deben a que estamos atravesando una zona del espacio interestelar que contiene una gran cantidad de partículas altamente energéticas.

   Durante ese viaje alrededor del centro de la galaxia, el Sistema Solar atraviesa regiones con nubes de polvo, gas y partículas cargadas, zonas vacías y otras densamente pobladas, como los brazos espirales.

   La región de la heliopausa esta marcada por lo que se conoce como “onda de choque”, un lugar en el que el viento solar se ralentiza precipitadamente al chocar contra las partículas que encuentra al atravesar la galaxia.

   Es un choque de una magnitud extraordinaria, que se produce en una región variable dependiendo de la fuerza con la que golpee el viento interestelar y la fuerza que posea el viento solar para frenarlo.

   Los científicos de la NASA creen que la “Voyager 2” cruzó esta onda de choque en diciembre de 2004, y según la valoración de investigadores del Instituto de Tecnología de California en Pasadena (EEUU), la sonda atravesó este límite más cerca del Sol de lo esperado.

   Basándose en los datos de la “Voyager”, Alexey Dmitriev, geofísico de la Academia Rusa de Ciencias, estima que en la actualidad el tamaño de la onda de choque se ha multiplicado por diez en estos últimos 20 años, cuando las “Voyager” hicieron las primeras mediciones.

   Dmitriev y sus colegas creen que se debe a que estamos atravesando una zona del espacio interestelar que contiene una gran cantidad de partículas altamente energéticas.

   Es una especie de turbulencia interestelar llena de desechos espaciales que, según parece,  podrían ser el resultado de la explosión de una estrella.

   A medida que nuestro Sistema Solar avanza hacia esta nube de energía, sus partículas cruzan con mayor intensidad la heliopausa, atraviesan la heliosfera, y llegan hasta el mismo Sol.

   Dmitriev cree que el incremento de actividad solar que estamos teniendo es resultado directo de este continuo flujo de materia y energía, proveniente de esta nube interestelar.

   Todo lo que afecta al Sol afecta a sus planetas. De este modo las atmósferas, el clima, y el magnetismo de todos los planetas del Sistema Solar -incluida nuestra Tierra- están siendo afectados, por una parte por un Sol alterado, y por otra por las partículas y la energía que llegan de la galaxia.

   Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son los planetas en los que más fuerte está impactando la onda de choque.

       Las alteraciones geológicas, geofísicas y climáticas que actualmente está viviendo la Tierra, tienen su origen en la “donación” de energía que nos esta llegando de la galaxia.

   El caso de Júpiter es especial, ya que ha duplicado su campo magnético y ha generado en estos últimos años una segunda mancha roja de dimensiones casi tan grandes como las de la Tierra, gracias al incremento de energía que esta recibiendo.

   Nuestro Sistema Solar en su conjunto, está viviendo un calentamiento global.

   Las conclusiones de Dmitriev están siendo confirmadas por un número creciente de científicos, principalmente rusos; sin embargo, la ciencia más ortodoxa no considera importantes los impulsos energéticos procedentes de la galaxia, ni los efectos producidos por la configuración planetaria del Sistema Solar.

   En todo caso se sabe que nuestra heliosfera permanecerá dentro de la onda de choque durante los próximos 3.000 años, y que nos queda mucho por conocer lo que esto implica.

   Dmitriev aún así lo tiene claro: el estado excitado de nuestra heliosfera afecta a todo el organismo del Sistema Solar: Sol, planetas, lunas, cometas y asteroides, así como el espacio interplanetario.

   Respecto a nuestra Tierra, cree que las alteraciones geológicas, geofísicas y climáticas que actualmente está viviendo, tienen su origen en la “donación” de energía que nos llega de la galaxia, pero que la habilidad de la Tierra para adaptarse, se altera y disminuye debido a los cambios en la naturaleza provocados por el hombre.

   En poco tiempo -predice Dmitriev- asistiremos a fenómenos climáticos catastróficos nunca antes vistos.

   La conclusión de Dmitriev  y de otros científicos de la Academia Rusa de Ciencias es que la humanidad se enfrenta a un problema de adaptación al nuevo estado de la Tierra, pero no sólo porque esta nube energética esté alterando al clima, sino porque también lo hará sobre los seres vivos, sus procesos vitales y, en definitiva, sobre toda la Tierra.

Lo que estamos viendo es mucho más de lo algunos llaman Cambios en la Tierra.

Algunas personas tienen la idea de que hay una interacción entre la Tierra y el Sol que está sucediendo aquí.

Muy, muy pocas personas son conscientes de la labor que se está haciendo en la Academia Nacional Rusa de Ciencias en Siberia, específicamente en Novosibirsk, donde están haciendo esta investigación.

Han llegado a la conclusión de que la única cosa que podría estar causando este cambio energético en todo el Sistema Solar es que nos estamos moviendo en una zona de energía que es diferente – que es mayor.

El plasma brillante en los bordes de nuestro Sistema Solar ha aumentado recientemente un 1000 por ciento.

Ahora, miren esto.

El Sol tiene un campo magnético, por supuesto, y este campo magnético crea un huevo alrededor del Sistema Solar, que se conoce como la heliósfera. La heliosfera tiene forma de lágrima, larga y delgada y el final de esta gota apunta en dirección opuesta a la dirección en la que estamos viajando.

Es como un cometa, donde la cola esta siempre apuntando lejos del sol.

Los rusos han estudiado el borde delantero de la heliosfera, y la han observado brillar intensamente, hay un excitado plasma de energía allí.

Este plasma de energía es usado por 10 unidades astronómicas de profundidad (una unidad astronómica es la distancia desde la Tierra al Sol, 93.000.000 de millas) Por lo tanto, diez unidades astronómicas representan el espesor normal de esta energía que está brillando intensamente y que vemos en el extremo frontal del Sistema Solar.

Hoy en día, ese brillante plasma ha ido a 100 unidades astronómicas de profundidad.

Aunque el documento de Dmitriev no da una exacta cronología, podemos asumir que estos aumentos ocurrieron en el mismo período que va desde 1963 a 1993 como el aumento en que se encuentran los desastres naturales.

Cada vez que esto sucedió, hubo un 1000 por ciento de aumento en el brillo general de la energía en los extremos frontales del Sistema Solar.

Y esto significa que el Sistema Solar se está moviendo en una zona donde la energía esta mucho más cargada.

Una mayor carga de energía, a su vez, excita al plasma, causando más de esta formación, así que verá más luminosidad, más brillo.

Esta energía esta entonces fluyendo en el Sol, que a su vez emite la energía y se extiende a lo largo de su plano ecuatorial, lo que se llama la eclíptica.

Esto, a su vez está saturando el espacio interplanetario, lo que provoca que las emisiones de la energía solar viajen más rápidamente y cargue la energía de los planetas.

Y esta es la energía consciente que está cambiando la forma en que trabaja el planeta, cómo funciona y qué tipo de vida soporta. Los armónicos de la misma espiral de ADN están alterándose.

Esta es la verdad, la causa oculta de la evolución espontánea total de las masas en anteriores épocas de tiempo.

Todo esto está ocurriendo al mismo tiempo, y todo está trabajando en un crescendo a donde va a haber un cambio repentino.

En otras palabras, vamos a llegar al punto en que iremos hacia un nuevo nivel de energía, habrá una súbita expansión de las longitudes de base armónica de las ondas que emite el Sol, ya que la energía es irradiada fuera de sí mismo.

Este aumento de la emisión de energía cambiará la naturaleza básica de toda la materia en el Sistema Solar. Los planetas se empujaran levemente más lejos del Sol y los átomos y las moléculas que los componen realmente se ampliarán en términos de su tamaño físico.

LOS CAMBIOS CÓSMICOS EN EL PROCESO DE LA ASCENSIÓN

Así que básicamente de lo que estamos hablando aquí es de la energía consciente que cambia las funciones del planeta y qué tipo de vida soporta.

Cuando nos demos cuenta de que somos más que nuestros cuerpos físicos, no tendremos ninguna necesidad de tener miedo en este cambio energético.

Cuando esta nueva energía salga del Sol, naturalmente, seremos transportados en un nivel más alto de nuestro propio ser.

Nuestro cuerpo físico será irrelevante en ese momento. Somos mucho más que eso.

Como hemos aludido antes, la explosión de energía es consciente. Se verá como el fuego, pero es realmente energía consciente.

He aquí otro ejemplo de cómo esto ocurrió en el pasado.

En una época anterior geológica de la Tierra [Paleozoico], la especie predominante fue este pequeño cangrejo llamado Trilobite.

Ellos fueron devastados – se encontraron registros fósiles en el que todos ellos fueron asesinados. Pero lo que no se ve es que su alma de grupo se convirtió a la próxima etapa de evolución, sea cual sea.

Los dinosaurios fueron devastados. Sus almas dieron vuelta a almas mamíferas. Así que nadie va en cualquier lugar, en realidad nadie está extinguido. Podemos encontrar los cuerpos, y es catastrófico, es bastante horrible – pero todo lo que realmente es, es sólo un bache y comienzan a habitar otros organismos.

GRADUACIÓN DEL ALMA

Si está muy apegado a su cuerpo físico, usted podría decir, “Bueno, ¿qué sería yo sin él?” Usted podría ver esto como traumático, pero, de hecho, su experiencia podría ser considerada como la graduación del Alma.

La gente dice, “estoy haciendo mi crecimiento espiritual. Yo estoy haciendo mi camino. Estoy caminando en mi verdad. Estoy tratando de crecer espiritualmente, estoy tratando de evolucionar”. Evolucionar para qué? ¿A crecer para qué? Estamos sólo para reencarnar una y otra vez como seres humanos? No.

La Tierra va a permanecer en este nivel vibracional donde los seres humanos hacen volar bombas, envenenan sus aguas, contaminan el ambiente, matan a sus criaturas, y cortan todos los árboles? No. La Tierra no es de esperar que pase por esto.

La Tierra también es un ser en evolución.

La diferencia con la Tierra, a diferencia de una vida humana, es que pasa por un muy premeditado, muy obvio curso en su evolución.

Como las órbitas se mueven alrededor del Sol, y como el Sistema Solar se mueve en órbitas alrededor de la Galaxia, los extraterrestres que están en dimensiones superiores saben exactamente cuando estos cambios van a suceder.

Es por eso que están aquí ahora, porque, básicamente, son conscientes de que esto está ocurriendo, y están preparados para ayudarnos.

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