La teoría de la tierra hueca

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Hay teorías que defienden que la Tierra es
hueca. Que lo que nos han vendido desde que éramos niños en escuelas y
universidades es un cuento.


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Como cuando uno va despertando, va
tomando conciencia de la cantidad de esos cuentos que nos hemos estado
creyendo desde que nacimos, se atreve a echar un vistazo a dichas
teorías aunque sea desde cierta suficiencia escéptica, producto de lo
que se supone debe ser una mente lúcida.

Lo mejor de todo es
cuando de nuevo, ésta vuelve a romperse en mil pedazos para dejar atrás
una cadena más. Cuando la verdad le devuelve a uno al sitio.

Porque
si uno es sincero y supera el vértigo inicial, descubre en esas
teorías, que no solo no sería ningún disparate el creer que la Tierra,
en efecto pudiera estar hueca, sino que además es muy probable que lo
sea, como lo son también todos los planetas del Universo.

Galileo
Galilei enunció en el 1610 que la Vía Láctea era como un enjambre de
estrellas y que la Tierra giraba alrededor del sol. Fue perseguido por
la Inquisición, uno de los principales poderes del mundo en ese momento.

Aunque
ya Demócrito en el siglo V a. C. lo había afirmado y personajes
célebres como Platón, Aristóteles, Eudoxio de Cnido, Alejandro Magno y
Piteas de Marsella manejaron el concepto de la esfericidad de la Tierra
como algo corriente, durante mucho tiempo fue ésta una idea tildada de
disparate por la inmensa mayoría de mentes consideradas lúcidas.

Teniendo
en cuenta varios textos de antiguas culturas como la sumeria, donde se
evidencia que para ellos no había duda sobre que la Tierra era en efecto
redonda, sumando a esto que en el mundo Egipcio y la Grecia clásica
también se conocía ese hecho, cabe suponer que a los que manejaban el
poder entonces, les interesó anular tal conocimiento evitando que nada
pudiera hacer sombra a sus doctrinas, que servían a su vez sus propios
intereses.

Hoy el disparate es pensar que la Tierra es plana,
pero también tiempo de demostrar que aprendimos de los errores y ser al
menos curiosos y cautos a la hora de juzgar teorías no aceptadas por los
estamentos oficiales, que nos podrían estar desvelando una verdad
tapada por los mismos intereses mundiales y económicos que se alimentan
de nuestra ignorancia y estado de letargo permanente.

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Porque la
confianza plena que damos a los que manejan el poder en el mundo, los
mismos que montan guerras, que nos manipulan a través de los medios, que
nos esclavizan mediante sistemas económicos basados en la deuda y que
en definitiva, nos hacen creer que no tenemos el poder para cambiar toda
esta decadencia que les ha interesado vendernos, es proporcional a la
desconfianza que sentimos hacia muchas cosas que nos podrían estar
abriendo una puerta hacia la verdad. Hacia una existencia mejor.
Es
nuestro deber estar alerta y darnos cuenta de que la verdad está ahí.
Solo hay que tener la mente abierta y no tener miedo porque lo que vamos
a encontrar, sea lo que sea, nos va a llevar hacia esa ansiada libertad
que nunca debimos perder. La libertad de escoger lo que creer, lo que
crear. La libertad de ser conscientes de nuestro poder.

Preguntas:


Durante las últimas décadas ha salido a la luz mucha información oculta sobre el ser humano, la historia, los grupos de poder, la energía libre, el cambio de paradigma, el mundo cuántico y mucho más. Chakras,
annunakis, Lemuria, exopolítica, sistemas toroidales, … son conceptos
que se van descubriendo y entendiendo poco a poco aunque aún queda
camino por divulgarlos mejor y comprenderlos en su verdadero
significado. Sin embargo, uno de los temas menos conocidos de lo no oficial es LA TIERRA HUECA.


La Teoría de La Tierra Hueca sostiene que todos los Planetas, no sólo el nuestro, tienen aberturas polares y un “sol central” que
resulta de una concentración de energía lumínica proveniente del sol
externo, lo cual permite vida en su interior. ¡Parece una locura!, ¿no
es verdad? Pero ya veremos las pruebas que testimonian esta realidad.

Existen testimonios históricos:


En 1.906 el navegante noruego Olaf Jansen entró por el
Polo Norte y al cabo de unos meses salió por el Polo Sur, contándolo en
su libro: “Viaje al interior del planeta”. De ello habla en el libro
“The Smoky Good”, escrito por W.G. Emerson y publicado en 1908.
En Febrero de 1.947 el Almirante Inglés Byrd,
(1888-1957), de la Marina de los Estados Unidos, y según el testimonio
de toda su tripulación, en una expedición a la Antártida, se encontró
con una tierra de extensión superior a la de Estados Unidos, con un
clima templado, con vegetación y con humanos de alto nivel de conciencia
viviendo allí. Estas personas le dieron un testimonio para el entonces
Presidente de los Estados Unidos (Eisenhawer) advirtiéndole que no debía
utilizar la energía atómica, que no se lo iban a consentir, pues el
Planeta era compartido, y ofreciéndole ayuda para utilizar técnicas
limpias de producción de energía.
Al volver del viaje, el Almirante Byrd lo contó y entregó el
testimonio al Presidente, pero no sólo aparentaron no creerle y no
hacerle caso, sino que le prohibieron contarlo, bajo amenaza de muerte
para él y toda su familia.

La Presidencia (…) creó el pacto llamado “Majestic 12”, con
Eisenhawer y 11 personas más, que ponía el veto a la difusión de todo lo
que iba en contra de la utilización de la energía atómica y la
presencia intraterrena…Es la Conjura del Silencio. En
Enero de 1956 se organizó otra expedición que partió de la base de la
Antártida llamada McMurdo Sound. Byrd logró penetrar una distancia de 4
mil kilómetros en tierras intraterrenas.
En 1.976 Raymond Barnard publicó “La Tierra Hueca”,
que no era otra cosa que la aventura de su amigo el Almirante Byrd.
Éste se la contó al final de su vida, con la pena de no haberlo hecho
antes. Byrd le pidió que la publicara cuando él falleciera.

“¡Que continente tan encantador en
aquél cielo, tierra de perenne misterio! ¡Quisiera volver a ver aquella
tierra más allá del polo! ¡Esta superficie es el Centro de lo Gran
Desconocido!”


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Sacad
vuestras propias conclusiones cuando veáis esto y preguntad a vuestro
interior desde la reflexión, si no tendría mas lógica que la Tierra
fuera hueca, como la tiene ahora el que sea en efecto esférica y no,
vaya disparate, plana.