Cambios en la ciencia para la conciencia!!!!

[center]Cambios en la ciencia para la conciencia

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Para los científicos con aceptación solo materialista, la misma creación del universo surgió repentina y espontáneamente, seguido de interacciones
al azar, que darían "casualmente" con la fórmula de la vida,

La ciencia tradicional, ha defendido y mantenido ferozmente, que este universo no es más que un "accidente asombroso", y que la compleja
coherencia y organización a todos los niveles cósmicos, es producto de la "casualidad". Defienden que este es un universo carente de inteligencia, regido por procesos absolutamente aleatorios y casuales, a
pesar de que se revela en todos los niveles un preciso orden súperior.

La
ciencia tradicional se inclina por la "teoría del accidente", de hecho,
para el entendimiento científico, todo, desde el principio, incluido el
inicio, se ha desarrollado por medio de accidentes casuales. Para los
científicos con aceptación solo materialista, la misma creación del
universo surgió repentina y espontáneamente, seguido de interacciones al
azar de las partículas y la materia inorgánica que darían "casualmente"
con la fórmula de la vida.

¿La conciencia emergió en algún momento de lo material?

La
ciencia tradicional enseña que la conciencia apareció de la materia
cerebral, como un desarrollo de los procesos neurofisiológicos del
sistema nervioso central, o sea, que la conciencia tuvo su inicio en
algún momento del proceso evolutivo, a raíz de la complejidad también
casual de los procesos del cerebro material.

Esto es lo que la
ciencia materialista nos ha hecho creer, no obstante, no existe una sola
explicación científica, ni una sola prueba verosímil de cómo podría
generarse la conciencia mediante procesos materiales. La ciencia
tradicional nos dice esencialmente, que el cosmos se creó aleatoriamente
a sí mismo, y que todos sus complejos funcionamientos, difíciles de
entender para la inteligencia, se formaron sin que fueran guiados.

Hasta
ahora, este ha sido el paradigma materialista, el paradigma del BigBang
surgido accidentalmente de la nada, el paradigma de la evolución de la
materia, en sí misma y por sí misma, y el paradigma de la materia
generando conciencia a través del cerebro humano. El paradigma
materialista ha sido la manera en la que el determinismo científico ha
dado respuesta a lo que, realmente, no conoce, ni de hecho, está en
disposición de conocer.

Para el determinismo esta pregunta es
crucial, y como no la puede responder, todo lo ha solucionado con los
postulados del materialismo, que es lo único que conoce, al pasar por
alto la guía del Creador. Si uno explora todo esto, detenida y
sosegadamente, se da cuenta que, efectivamente, no es posible engarzar
casualmente tal cantidad de combinaciones y posibilidades inimaginables.

No obstante, este viejo paradigma está llegando a su fin.

Las
recientes exploraciones científicas revelan que el universo podría
haber sido creado con una intención o motivación concreta, que hubiera
podido desarrollarse con el propósito de crear la vida orgánica y,
dentro de ella, al observador autoconsciente que la contemplara. Los
nuevos conocimientos científicos han constatado que un universo como el
nuestro, con sus galaxias, estrellas y formas de vida, no tiene
prácticamente ninguna posibilidad de haber surgido por "casualidad". La
creación de este universo al azar representa una improbabilidad de
dimensiones astronómicas.

Dicho de otro modo: los accidentes y
las complejas coincidencias en el desarrollo del universo son tan
numerosas e improbables, existe una sucesión de posibilidades tan cerca
de lo imposible, que han tenido que asumir la participación de una Mente
o Inteligencia Superior en el proceso de la Creación. Por ejemplo, las
investigaciones que reconstruyen la existencia primitiva del universo
han revelado un hecho extraordinario y asombroso: si las condiciones
iniciales hubieran sido solamente algo diferentes, únicamente una leve
variación (¡expresada en billonésimas!) en alguna de las constantes
fundamentales, el universo resultante no habría sido capaz de crear
materia, ni, por ende, la vida orgánica, ni mucho menos a observadores
humanos.

Habría sido un universo absolutamente diferente.

Los
parámetros básicos del cosmos tienen exactamente el valor que permite
que surjan las estructuras complejas indispensables para el desarrollo
del universo y la vida en este planeta. Este "ajuste fino" de las
constantes fundamentales ha permitido que los parámetros clave del
universo se hayan ajustado de una manera tan increíblemente fina como
extremadamente improbable, y es únicamente en base a este ajuste
extremadamente fino por lo que se pueden crear las condiciones bajo las
cuales puede emerger y evolucionar el universo que conocemos.

Sólo
un dato: parece que el inicio del universo (supuesto BigBang)
experimentó un "ajuste fino" de una precisión tan extraordinaria que se
acerca a una probabilidad de 1 por 10 elevado a 50. Datos como este han
llevado a la ciencia a asumir irremisiblemente una conclusión: que las
fluctuaciones que conducen a nuestro universo, con sorprendente
coherencia, no pueden haber sido seleccionadas al azar.

Desde la perspectiva de la biología, las conclusiones son muy similares.

Se
ha descubierto que es extremadamente improbable que el desarrollo de la
vida orgánica hubiera sucedido sin algún tipo de guía u orientación de
un orden superior. En la famosa teoría de la evolución se dice que las
especies son simplemente resultado de mutaciones al azar de los genes,
expuestos a las fuerzas naturales que operan mecánicamente; no obstante,
han sido demostrados demasiados hechos de la evolución que son
incompatibles con la propia teoría (la explosión de vida cámbrica, por
ejemplo, que supuso la aparición repentina de una abrumadora diversidad
de vida en un brevísimo espacio de tiempo, necesita claramente como
explicación un mecanismo diferente al que ofrece esta teoría evolutiva).

Además,
se ha descubierto que las reorganizaciones aleatorias del genoma no
tendrían ninguna posibilidad de generar especies viables. Como dijo un
afamado científico: "la vida evolucionada por casualidad es algo
parecido a la posibilidad de que un huracán que soplara sobre un
vertedero construyera un avión que funcionara". Desde el punto de vista
de la moderna bioquímica molecular, el panorama para las leyes del azar y
la casualidad, son, sencillamente, echadas por tierra; existe una
astronómica improbabilidad estadística de que la vida orgánica surgiera a
partir de procesos químicos casuales.

La existencia de más de
200.000 proteínas que tienen funciones bioquímicas y fisiológicas
altamente especializadas en los organismos representa por sí misma una
traba insuperable para la teoría del accidente y la casualidad. Para los
grandes teóricos de la información, que han intentado calcular la
probabilidad matemática del origen espontáneo de la vida, se ha hecho
evidente que la información que se necesita para que se origine la vida
orgánica no pudo haberse desarrollado por azar.

Como vemos, en
base a las pruebas científicas existentes, es muy poco probable que el
origen de la vida en nuestro planeta y del universo en su totalidad sea
el resultado de fuerzas mecánicas casuales. Para quien se "adentra en el
estudio del tema" es difícil imaginar que el origen y desarrollo de
nuestro universo ocurriera sin la participación de una Inteligencia
matemática del orden Superior. Exactamente como lo llevan refiriendo
desde los inicios de la humanidad los que conocen el legado bíblico. En
los detalles que se expresan en el cosmos, tanto en el inicio de la
creación como en el proceso del desarrollo, está implícita la guía de
una Mente Superior, que ajusta con extremada precisión todas las
variables que determinan su propia determinación.

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